La oficina del futuro: 5 tendencias de bienestar que revolucionarán nuestros espacios de trabajo
No existe un momento óptimo para repensar la oficina. Si bien cualquier momento del año es propicio, considerar cómo podemos mejorar nuestros espacios de trabajo debería ser una tarea continua. Es por eso que en esta nota, recopilamos 5 temáticas que dejarán de ser novedad para para convertirse en la norma de las oficinas de todo el mundo.
No existe un momento óptimo para repensar la oficina. Si bien cualquier momento del año es propicio, considerar cómo podemos mejorar nuestros espacios de trabajo debería ser una tarea continua. Es por eso que en esta nota, recopilamos 5 temáticas que dejarán de ser novedad para para convertirse en la norma de las oficinas de todo el mundo.
Desde la pandemia, estamos viviendo una transformación creciente de los espacios de trabajo. La búsqueda del bienestar, la necesidad de evitar los riesgos del estrés y de la mala postura, o el foco en potenciar la productividad, son sólo algunos de los ejes que empezaron a volverse imperativos en los espacios corporativos, que lejos de ser modas, revolucionarán en los próximos años los espacios laborales.
1. La adopción del bienestar como tema de agenda
La preocupación por el bienestar tanto físico como mental de los equipos de trabajo se evidencia en las empresas que, haciéndose eco de esta búsqueda, comenzaron a transformar tanto rutinas laborales, como espacios corporativos.
Las organizaciones ya reconocen que el bienestar de los empleados será determinante para su desempeño general: no sólo para la retención y atracción de talento, sino para potenciar la productividad de sus equipos. Prueba de esto es la existencia de una certificación internacional de edificios saludables, el Well Certification Standard.
Uno de los requisitos es crear lugares de trabajo saludables, en los que se contemple desde la buena iluminación de los espacios, a la calidad del aire, pasando por la ergonomía de los equipos. Los mismos deben no sólo evitar dolores innecesarios, la mala postura y el sedentarismo, sino propiciar hábitos saludables. Un ejemplo claro de esto es el mundialmente difundido “standing desk” -escritorio de altura regulable que permite el trabajo tanto sentados como de pie-, el cual activa la circulación y convierte al movimiento en parte de la rutina diaria.
El diseño de mobiliario ha avanzado a pasos agigantados en este sentido, ya que hoy es posible armar set ups que protejan nuestra espalda y columna (por ejemplo, con sillas ergonómicas), que cuiden nuestros ojos de la luz azul (existen lámparas LED anti blue light), y todo tipo de accesorios, desde reposa muñecas, a mats y reposapiés, entre otros.
2. Salud mental, comunidad y espacios corporativos
Ahora bien, desde el punto de vista mental, el bienestar contempla otro tipo de factores que las organizaciones con visión de futuro están ya tomando como cruciales, poniéndolos en práctica desde la cultura de la empresa, desde sistemas de consejería interna, capacitaciones en salud mental para cargos directivos, acuerdos laborales flexibles, diseño de ambientes saludables (con luz natural, áreas recreativas, naturaleza), talleres integrales, desde yoga a manejo de estrés, pasando por meditación, arte, o masajes, entre otros. La salud mental ya no está en la periferia, sino en el centro de las estrategias de bienestar, más aún después de la pandemia.
Esta puso el foco en otro aspecto que quizás subestimábamos: ante una epidemia que también lo fue de soledad, crear un sentido de comunidad y conexión dentro del lugar de trabajo se ha vuelto crucial para el bienestar de los empleados y para el éxito de las organizaciones, que no sólo están generando iniciativas de engagement interno, sino de impacto social.
Según un estudio de Deloitte, la pertenencia al lugar de trabajo se asocia con un 56% más de desempeño laboral, un 50% menos de riesgo de rotación y un 75% menos de días de enfermedad. En respuesta a las preocupaciones de salud pública relacionadas con la soledad, la Estrategia Nacional del Cirujano General de EE. UU. sugiere cultivar una cultura de conexión, identificando los lugares de trabajo como espacios ideales para hacerlo.
3. La evolución de las tecnologías del bienestar
Otro de los factores que influirá de manera irreversible en nuestros espacios de trabajo es el creciente desarrollo de las tecnologías del bienestar. ¿Qué son las “tecnologías del bienestar”? Se trata de un conjunto de aplicaciones, dispositivos y programas que tienen como objetivo promover y mejorar el bienestar físico, mental y emocional de las personas.
Estas tecnologías abarcan desde apps de meditación y mindfulness, hasta dispositivos de seguimiento de la actividad física y monitores de sueño; desde programas de manejo del estrés, hasta sistemas de monitoreo de la salud basados en IA, o dispositivos como purificadores de aire y lámparas anti blue light, entre muchas otras.
Su objetivo principal es proporcionar herramientas y recursos que ayuden a las personas a alcanzar un mayor equilibrio y felicidad en sus vidas, y las compañías se están haciendo eco de su uso como una nueva vía para mejorar el bienestar de los empleados. Estas tecnologías no son sólo herramientas, sino que se están convirtiendo en componentes integrales de las estrategias holísticas de bienestar.
4. Adiós, sedentarismo
El reconocimiento de los efectos adversos que tiene para la salud el estar sentado durante mucho tiempo, sumado a la amplia bibliografía científica y a la experiencia durante la pandemia, hicieron que las empresas comenzaran a invertir en estaciones de trabajo activas y adoptar principios de diseño ergonómico en sus oficinas.
El boom de los standing desks y las sillas ergonómicas es un emergente de este fenómeno, ya que ambos, además de ser ergonómicos y de adaptarse a cada usuario, fomentan el movimiento y mejoran la postura, reduciendo así el riesgo de trastornos musculoesqueléticos (TME) y jugando, en consecuencia, un papel crucial en la productividad y en el bienestar a largo plazo.
¿Por qué fomentan el movimiento y la buena postura? En primer lugar, el objetivo de un standing desk es lograr que el movimiento sea parte de la rutina diaria, incluso sin darnos cuenta. La posibilidad de ir intercalando trabajo tanto sentados, como de pie, ya introduce ese cambio del trabajo sedentario a uno que, no sólo implica el pararse, sino todos los movimientos que se introducen al estar de pie, desde el balanceo, a los estiramientos, a la marcha en el lugar. Esto se incrementa cuando se introduce un mat, que incentiva estos movimientos involuntarios y reduce la fatiga.
Por otra parte, los standing desks mejoran la postura ya que permiten en todo momento que el monitor esté siempre a la altura de la visual, evitando dolores innecesarios en cuello y espalda. Lo mismo sucede con las sillas ergonómicas, que no sólo proveen un buen apoyo lumbar y cervical, sino que liberan de presión a la cadera. Por último, facilitan el movimiento, los estiramientos y desplazamientos, por lo que resultan los mejores complementos de cualquier standing desk.
5. Aumentar la flexibilidad en los espacios de trabajo
Estamos siendo testigos de una gran transición hacia nuevas formas de trabajo, lo que lleva a las empresas a reevaluar constantemente su estructura organizacional y sus estrategias. Un factor crucial en esa adaptación es la flexibilidad: las prácticas tradicionales ya no están funcionando.
Un ejemplo es la modalidad 100% presencial: tras la pandemia, que probó que el trabajo 100% remoto era posible en muchas industrias, cada empresa debió establecer su punto de equilibrio entre ambas modalidades, dando lugar al trabajo híbrido o también llamado trabajo flexible.
El trabajo flexible, por un lado, favorece un mejor equilibrio entre la vida personal y laboral, como así también, aporta beneficios adicionales para las empresas: otorga autonomía a los empleados, mejora su productividad y creatividad de los empleados, proporciona una sensación de satisfacción y fomenta un lugar de trabajo saludable.
La flexibilidad también se evidencia en los espacios de trabajo: las barreras tradicionales que alguna vez separaron departamentos y niveles jerárquicos están quedando atrás y están siendo reemplazados por espacios de trabajo flexibles o basados en actividades han cobrado rápidamente importancia como una de las tendencias de oficina más influyentes. Los días de los cubículos estáticos y los diseños rígidos quedaron atrás; los espacios de trabajo flexibles tienen que ver con la versatilidad, la adaptabilidad y la satisfacción de las diversas necesidades de una fuerza laboral moderna y dinámica.
Los diseños de planta abierta, la disposición de escritorios compartidos y las zonas de colaboración son emergentes de esta tendencia, ya que fomentan las interacciones espontáneas, el trabajo en equipo y el intercambio de ideas. Aumentan la creatividad, impulsan el compromiso de los empleados y mejoran la productividad general.
Conclusión
El enfoque del bienestar en el lugar de trabajo no sólo está ganando terreno, sino que se extenderá más allá de las medidas de salud tradicionales. Es decir, abarcará un espectro más amplio que incluye desde el bienestar mental, a la innovación tecnológica, pasando por las estaciones de trabajo y la flexibilización de modalidades y oficinas.
Estas tendencias no son meras respuestas a los desafíos actuales, sino estrategias proactivas destinadas a fomentar una fuerza laboral más saludable, comprometida y en todo su potencial. Las organizaciones que adopten estas tendencias verán un mayor bienestar y satisfacción de sus empleados y estarán mejor posicionadas para el éxito a largo plazo en una economía global cada vez más competitiva y compleja.
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