María Katzagiannaki: “Los arquitectos apuntamos a diseñar espacios en los cuales el bienestar de los empleados toma un rol protagónico”.

¿Cuáles son las tendencias en diseño de oficinas? ¿Cuáles ya han llegado a Argentina? ¿Cómo serán las oficinas del futuro y qué lugar tendrá en ellas el bienestar? Estas y otras preguntas son las que le hicimos a la arquitecta María Katzagiannaki, quien nos aportó una mirada fresca y clara sobre el diseño de las nuevas oficinas, sobre el futuro de la arquitectura de oficinas y sobre el rol del bienestar y la ergonomía.

¿Cuáles son las tendencias en diseño de oficinas? ¿Cuáles ya han llegado a Argentina? ¿Cómo serán las oficinas del futuro y qué lugar tendrá en ellas el bienestar? Estas y otras preguntas son las que le hicimos a la arquitecta María Katzagiannaki, quien nos aportó una mirada fresca y clara sobre el diseño de las nuevas oficinas, sobre el futuro de la arquitectura de oficinas y sobre el rol del bienestar y la ergonomía.
¿Cuáles son las principales tendencias que observás hoy en el diseño de oficinas?
El diseño del espacio de oficinas está en un punto de transición en correspondencia al cambio del paradigma laboral marcado por la pandemia y la implementación de nuevas tecnologías. La vuelta a la oficina generó nuevos desafíos en el modo de habitarla. Los arquitectos apuntamos a diseñar y concretar espacios atractivos en los cuales el bienestar de los empleados toma rol protagónico a la par con el confort y la productividad.
Proyectando las oficinas de hoy buscamos maximizar la luz natural, generar espacios flexibles, promover la comunicación, eliminar la jerarquización tradicional de los espacios. Es clave permitir la apropiación de distintos espacios y posibilitar trabajar en distintos lugares no siendo el escritorio el único espacio de referencia. Ofrecer espacios de encuentro a distintas escalas y en varias ocasiones espacios lúdicos que permiten un breve descanso y proponen distintas formas de intercambio.
A su vez uno de los mayores desafíos de nuestra época que atraviesa todos los campos del habitar es el diseño con conciencia ambiental, tanto respecto a los materiales que elegimos como a las características arquitectónicas del espacio que optimizan el confort térmico y minimizan el gasto energético.
¿Cómo te imaginás la “oficina del futuro”?
Me imagino un nuevo estado híbrido entre tecnología y naturaleza.
En muy pocos años se redefinirán varias profesiones por el avance de la Inteligencia Artificial de formas que no estamos aún en condiciones de predecir. La realidad virtual y aumentada se instalará para fomentar la conectividad y la productividad. Espacios laborales que se definirán tanto por sus características materiales tangibles como sus dimensiones virtuales intangibles. Pienso que emergerá la necesidad de mantener la posibilidad de encuentro físico, la comunicación y el intercambio y el encuentro en entornos que nos conectan con procesos naturales. Estará más presente que nunca la necesidad de habitar espacios donde las leyes de la naturaleza nos seguirán vinculando con procesos ligados a la misma y a la temporalidad de los procesos naturales.
¿Qué rol creés que está jugando el bienestar de los empleados en este diseño?
El gran desafío en este momento es cómo lograr que el espacio laboral sea atractivo y permita su apropiación de distintos modos. El hilo en común de estos retos justamente reside en el bienestar de los empleados.
El diseño de un espacio que permite una variedad de modos de estar durante la jornada laboral, que ofrece versatilidad y flexibilidad, que fomenta el movimiento, resulta a un entorno que compite con el confort de la vivienda de uno. Permite fortalecer vínculos de la comunidad de empleados promoviendo el intercambio y la creatividad en el campo laboral. Es importante que el espacio posibilite vivencias más amplias que la comodidad de llevar a cabo el trabajo de modo eficiente, vivencias relacionadas a la apropiación del mismo espacio, a la posibilidad de expresarse, identificarse y anhelar formar parte del mismo.
¿Qué otros factores creés que influyen en el paso de la “oficina tradicional” a las “nuevas oficinas”?
En primer lugar, el cambio de paradigma en la modalidad de trabajo. El vínculo indiscutible con el espacio de oficina estanco. Vinculo que se rompió definitivamente con el masivo teletrabajo aplicado en el periodo de la pandemia donde justamente se evidenció que la tecnología a nuestra disposición estaba ya a nivel de posibilitar este cambio.
En segundo lugar, el hecho que estamos transitando una época con conciencia ambiental y conciencia del bienestar humano. Bajar el nivel de insumos, cuidar al cuerpo entender la importancia del bienestar del cuerpo para la eficiencia en el campo de trabajo. Los entornos saludables y sustentables.
Estas dos condicionantes no encajan de ninguna forma con el espacio de oficina, cubículo aislado, puesto de trabajo delimitado exclusivamente por las herramientas del mismo
¿Creés que las oficinas en Argentina se están adaptando a este cambio?
El espacio laboral en Argentina efectivamente se ha mutado hacia los nuevos paradigmas. Adaptación que ha tomado lugar a distintas escalas incluyendo espacios que albergan tanto empresas o grupos laborales fijos como espacios de trabajo compartidos que han proliferado especialmente en la ciudad de Buenos Aires.
Un rasgo muy particular y propio de la realidad argentina es la adaptabilidad con mucha creatividad a los constantes cambios. Y si bien la inestabilidad económica genera mayores desafíos presupuestarios y respecto a la capacidad de concreción a su vez promueve el diseño como factor que trasciende estas dificultades y propone soluciones cuyo valor reside justamente en la resolución de una propuesta factible y la innovación.
¿Cuáles son las tendencias que ves más afianzadas en nuestro país?
Respecto a la producción de entorno laboral de oficinas, actualmente sigue la transformación de gran parte de los espacios vacíos (producto de la pandemia) y su redefinición según el nuevo paradigma.
En gran parte se trata de espacios que el diseño arquitectónico reforma radicalmente reflejando las tendencias más consolidadas. Planta libre, donde el mobiliario se convierte en el elemento de diseño predominante. Elementos livianos y móviles que proponen espacios que se adaptan a distintas necesidades. El diseño industrial en argentina tanto de mobiliario como los elementos de iluminación acompaña la producción arquitectónica con una impronta de carácter local.
A su vez la implementación de nuevas tecnologías se establece como uno de los principales objetivos que en gran parte influye el proyecto arquitectónico y su concreción.
¿Qué rol está jugando la ergonomía y el movimiento en la nueva arquitectura de oficinas?
La ergonomía siempre ha sido uno de los elementos fundamentales de la producción arquitectónica. Subyace cada disposición y resolución, es la métrica que verifica las decisiones proyectuales.
Actualmente la ergonomía redefinida bajo la lupa de las necesidades del paradigma laboral emergente inserta nuevas leyes relacionadas con la conciencia del cuerpo. Necesidades que tienen que ver con la adopción de distintas disposiciones corporales y la importancia del movimiento en el equilibrio intelectual y emocional. Ergo resultan propuestas innovadoras de mobiliario que proponen por ejemplo distintas alturas, banquetas y sillones en espacios laborales, escritorios con altura regulable. Propuestas que enriquecen el diseño arquitectónico que a su vez responde a las mismas necesidades conjugando mobiliario y disposición de elementos fijos.
María Katzagiannaki, oriunda de Grecia, combina sus investigaciones y prácticas académicas -es adjunta de la cátedra Abaca de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, UBA- con el desarrollo de proyectos arquitectónicos. Con énfasis en instituciones y espacios culturales, ha diseñado oficinas, locales comerciales y por sobre todo espacios residenciales.
«Cada proyecto es un nuevo desafío. El proceso desde su concepción, hasta su desarrollo y concreción y la transformación de la vida de sus habitantes es lo más gratificante. Una forma concreta donde el diseño arquitectónico propone un cambio radical en la experiencia cotidiana.