Un medio ambiente de trabajo saludable se refiere a un espacio de oficina que promueve y mantiene el bienestar físico y mental de los empleados. Esto puede incluir factores como la calidad del aire, la iluminación adecuada, el diseño ergonómico de los muebles de oficina, la disponibilidad de espacios para descansos y la promoción de un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal. Un medio ambiente de trabajo saludable puede aumentar la productividad, reducir el ausentismo y mejorar la satisfacción general de los empleados.